
Se acabó la fiesta
Por Hermann Mondaca Raiteri
La Estrella de Arica, Jueves 4 de enero de 2007
Gloria a Dios en las alturas, / recogieron las basuras/ de mi calle, ayer a oscuras,/ y hoy sembrada de bombillas.
Con fuegos artificiales los ariqueños celebraron el lunes el advenimiento de 2007.
Cae la noche y ya se van/ nuestras miserias a dormir./ Vamos subiendo la cuesta/ que, arriba, mi calle se vistió de fiesta.
Familias completas se abrazaron compartiendo la alegría de la conquista de una nueva región que fue lo mejor del año viejo y olvidaron por momentos las dificultades que vivieron particularmente las familias más desposeídas y económicamente pobres.
Cómo comparten su pan,/ su tortilla y su gabán/ gentes de cien mil raleas.
Los abrazos, el compartir el pan y el vino fueron un momento de profunda transversalidad e igualdad de las familias de nuestra tierra.
Hoy el noble y el villano,/ el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la facha.
Por un instante, las familias se inundaron de amor y paz; y los sorbos de champaña avivaron los ánimos de los enamorados y los por enamorarse.
Juntos los encuentra el sol/ a la sombra de un farol,/ empapados en alcohol,/ abrazando una muchacha.
Poco a poco al avanzar la madrugada, la quietud y el silencio del primer día comenzaron a apoderarse de la geografía urbana de la ciudad.
Y con la resaca a cuestas/ vuelve el pobre a su pobreza,/ vuelve el rico a su riqueza/ y el señor cura a sus misas.
Los primeros susurros matinales y los despertares del mediodía comenzaron a dotar de ecos hogares y barrios.
Se despertó el bien y el mal,/ la pobre vuelve al portal,/ la rica vuelve al rosal/ y el avaro a las divisas.
Las noticias, internet y el teléfono irrumpen en nuestros hogares trayéndonos la presencia abrupta de la barbarie y el espectáculo de la horca advirtiéndonos que no respetamos a Dios y su creación humana y que aún somos primitivos.
Llega 2007 de golpe y nos advierte que las preocupaciones fundamentales de Arica y Parinacota siguen presentes, dependiendo sólo de nosotros revertir la actual situación de pobreza política, económica y moral que nos aflige.
Se acabó,/ el sol nos dice que llegó el final, / por una noche se olvidó/ que cada uno es cada cual. / Vamos bajando la cuesta/ que, arriba, en mi calle, se acabó la fiesta...
Entonces... a trabajar por la nueva región y por un mundo mejor.
Por Hermann Mondaca Raiteri
La Estrella de Arica, Jueves 4 de enero de 2007
Gloria a Dios en las alturas, / recogieron las basuras/ de mi calle, ayer a oscuras,/ y hoy sembrada de bombillas.
Con fuegos artificiales los ariqueños celebraron el lunes el advenimiento de 2007.
Cae la noche y ya se van/ nuestras miserias a dormir./ Vamos subiendo la cuesta/ que, arriba, mi calle se vistió de fiesta.
Familias completas se abrazaron compartiendo la alegría de la conquista de una nueva región que fue lo mejor del año viejo y olvidaron por momentos las dificultades que vivieron particularmente las familias más desposeídas y económicamente pobres.
Cómo comparten su pan,/ su tortilla y su gabán/ gentes de cien mil raleas.
Los abrazos, el compartir el pan y el vino fueron un momento de profunda transversalidad e igualdad de las familias de nuestra tierra.
Hoy el noble y el villano,/ el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la facha.
Por un instante, las familias se inundaron de amor y paz; y los sorbos de champaña avivaron los ánimos de los enamorados y los por enamorarse.
Juntos los encuentra el sol/ a la sombra de un farol,/ empapados en alcohol,/ abrazando una muchacha.
Poco a poco al avanzar la madrugada, la quietud y el silencio del primer día comenzaron a apoderarse de la geografía urbana de la ciudad.
Y con la resaca a cuestas/ vuelve el pobre a su pobreza,/ vuelve el rico a su riqueza/ y el señor cura a sus misas.
Los primeros susurros matinales y los despertares del mediodía comenzaron a dotar de ecos hogares y barrios.
Se despertó el bien y el mal,/ la pobre vuelve al portal,/ la rica vuelve al rosal/ y el avaro a las divisas.
Las noticias, internet y el teléfono irrumpen en nuestros hogares trayéndonos la presencia abrupta de la barbarie y el espectáculo de la horca advirtiéndonos que no respetamos a Dios y su creación humana y que aún somos primitivos.
Llega 2007 de golpe y nos advierte que las preocupaciones fundamentales de Arica y Parinacota siguen presentes, dependiendo sólo de nosotros revertir la actual situación de pobreza política, económica y moral que nos aflige.
Se acabó,/ el sol nos dice que llegó el final, / por una noche se olvidó/ que cada uno es cada cual. / Vamos bajando la cuesta/ que, arriba, en mi calle, se acabó la fiesta...
Entonces... a trabajar por la nueva región y por un mundo mejor.
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